Identidad de adulto
Aquí estoy de nuevo escribiendo después de ¿cuanto tiempo ha pasado? un año? año y medio?
Les sorprenderá la cantidad gigante de cosas que pueden ocurrir en tan
poco tiempo: Me mudé con mi novio, adoptamos un perro, estuvimos en
urgencias un par de veces, compramos cosas para el hogar, tuvimos
nuestros altibajos, un virus desconocido atacó a la humanidad... y
conseguí un empleo. Quién diría que en medio del Apocalipsis la gente
iba a necesitar de un diseñador gráfico (Que alegría!).
Pues entre todo el torbellino de vida adulta millenial en el que estamos viviendo, el año pasado empecé a ir al psicólogo, resolví algunos problemas arraigados en mi subconsciente y me dio de alta. Creyéndome recuperada y completamente competente para este mundo ruin, me arrojé de lleno a ser un adulto funcional y ¡Vaya sorpresa! hoy me encuentro con algo en mi cabeza que ni siquiera googleando incansablemente puedo encontrar, por lo tanto, no puedo contextualizar ni visualizarlo a través de la resolución de otra persona, y no sé como resolver. Les cuento:
Pasando los meses, me fui dando cuenta de una cosa, tenía que vivir en la frugalidad para empezar a sobrellevar el hecho de que estamos Mr. Novio, Angus (el perro), Tito (el gato) y yo, en una casa sin muebles. Y los muebles son caros. Así que nuestros muebles se basan básicamente en donaciones, (no somos suuuper pobres, pero ambos éramos medio freelance, con gastos fijos muy altos -coche, terrenos en el caso de Mr. Novio, IMSS de otros empleados, etc-) bueno, tenemos un refrigerador, una televisión y una cama que fueron comprados por Mr. Novio, un comedor donado por mi papá, una lavadora y estufa donados por su mamá, el microondas, la vajilla y las rejillas y mini muebles auxiliares del baño los compré yo... y tenemos otros muebles que llegaron de forma menos honrosa, como un sillón roto donado por alguien que ya iba a tirarlo a la basura, otro sillón que costó $100 pesos, de remate, una mesa auxiliar que ya estaba en la esquina, siendo basura, pero que me pareció increíblemente buena, solo algo despintada, y una noche sin gente, ni vecinos mirando, la eché a la cajuela y hoy está en casa, y una mesa auxiliar de baño que en realidad son dos cajas de zapatos forradas.
Pasan los meses... y si, el coronavirus nos está atacando y hay que ahorrar dinero, pero me doy cuenta que casi todo lo que tengo ha sido adquirido en liquidaciones, remates, donaciones, etc... y yendo más allá, realmente siento mucho pesar en gastar EN MI.
La cosa inicia cuando mis papás, años atrás se las veían negras con el tema del dinero, ahorraban todo lo posible, nunca nos compraban ningún capricho (dulces, helados, globos en el centro...), Santa Claus y los reyes magos nunca traían los juguetes que pedíamos, si no lo que se "ajustaba", y recuerdo a mi papá en el súper contando los centavos de los productos y si una gelatina era $.10 más barata que la otra gelatina de la repisa, la llevaba. Siempre siempre lo más económico. Crecimos en el limbo clasemediero con la mitad de mis tíos y primos siendo ricos y mirándonos como pobretones, y la mitad de mis otros tíos siendo pobres mirándonos como si debiéramos sentirnos mal o culpables a causa de su pobreza. Mis papás no eran ricos ni pobres, pero si vivieron amarrados siempre a tener "sólo lo necesario" sin ningún lujo. Mi mamá lo comentaba siempre, y con mi papá, el tema de dinero siempre fue un tabú. Nunca se hablaba de dinero.
No me había dado cuenta de esta situación hasta que noté que en el súper compraba las cosas que compraban mis papás. Las marcas que consumían ellos, y ni siquiera era que me gustaran, si no que sentía que "merecía" eso. En un ataque de "rebeldía" dejé el shampoo caprice de toda la vida, y tomé un Herbal Essences de moras (que realmente me gusta!) y lo compré. Porque va a ser para mi, porque realmente me encantan las moras, y porque puedo y quiero pagarlo.
Pero siempre es el mismo tema en TODO, pido ropa de internet, en outlets de liquidación, y aunque no son malas marcas, no es la ropa que me gusta realmente, si no la que "cubre la necesidad", la decoración que tenemos es mínima porque es un "gasto" y los muebles ni se diga. Y tengo que tener un debate mental cada vez que tomo algo que me gusta en el súper porque no me siento "merecedora" de gastar en mi. Es una sensación que no sé describir, es como si en internet quedara maravillada por todas las cosas lindas de pinterest, las ideas del hogar (descubrí que AMO el diseño de interiores) las ideas de outfits, de nutrición, de peinados, de arreglos, de diseño... pero todo se queda estancado en mi cabeza, y así esté babeando por un tapete de baño increíble que combinaría perfecto con una toalla que vi en otro lado, no lo compro. Puede que lo admire en la tienda, y lo paseé en el carrito por cada pasillo hasta llegar a la caja, pero no lo compro.
¿Por qué?
Sé que el primer paso es admitir e identificar el problema, y no sé si a alguien de ustedes le ha pasado. Me encantaría saber si si, y cómo han hecho para dejar atrás ese "issue" y decir "¡Sabes qué, no importa! esa cartera se vería increíble con el cinturón de aquella tienda, ó esa maceta rose gold queda increíble en mi oficina!" y pum! lo compras, lo llevas a tu casa y poco a poco tu espacio va pareciendo más una habitación de pinterest, que un sitio lleno de cosas donadas, parchado con veinte estilos diferentes, que sientes acogedor, pero no acabas de sentir que es tu hogar.
No sé si este es un proceso de construcción de la que va a ser tu personalidad adulta. Si es algo "normal" o es un tema en el que si digan "amiga, date cuenta"...No lo sé, nunca me había pasado. Realmente desde adolescente tuve algunos intercambios de palabras con mi mamá porque siempre quería imponerme sus gustos, me compraba todo lo que le gustaba a ELLA y criticaba todo lo que me gustaba a mi. Y las pocas veces que llegué a comprarme una blusa o una bolsa me hacía tantas preguntas, e insinuaciones de que era egoísta gastarme el dinero en mi, y no en algo para "todos en la casa" que acababa arrepintiéndome de mi compra.
No sé si hay un punto en la adolescencia dónde tienes que trabajar en tu personalidad y gustos y refinamiento para las compras, pero siento que me limito en llevar la pasta de dientes, el fabuloso, un pantalón de mezclilla y jamón cuando voy al súper (es decir, lo BÁSICO) en vez de realmente comprar cosas que me llenen, o amueblen mi espacio.
Gracias si me leyeron, estaré encantada de recibir sus comentarios, en verdad desconozco si hay más gente pasando por lo mismo que yo, los abrazo y me despido por ahora.
Tengan una linda noche (o día, o en el momento que lean esto)
Chao.
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